Con esta premisas en Grupo Berro trabajamos en cada etapa de nuestro método reconstruyendo a la marca Bavaria con todos sus fortalezas y atributos.
Una vez analizado el brief que nos entregó el cliente y estudiada la situación actual de la marca y de su competencia, miramos bien la historia, y junto al cliente también visitamos la planta de elaboración para conocer bien el proceso y los secretos del queso azul con la ilusión de encontrar rasgos distintivos.
Con todo ese material y con la ideas claras de cómo debía ser el nuevo diseño, redibujamos el logo, recuperando el estilo de la tipografía original pero con rasgos bien actuales. También revivimos la imagen de la tirolesa, la niña que fue parte del símbolo durante muchos años y que por alguna razón se había discontinuado. Finalmente nos llamó la atención los típicos hongos del queso azul, tan distintivos de la categoría y definimos dos colores especiales que los extrajimos de la verdadera cromática de estos hongos a los que denominamos los verdaderos colores ‘azules’ del queso azul.